LA ENSEÑANZA DESTRUIDA, de Javier Orrico.
Después de haber leído, muy gustosamente, a Frank McCourt en El profesor, y ver cómo están las cosas de la enseñanza en EE.UU., concretamente en Nueva York, en los institutos de Secundaria que tantas veces habremos visto en películas de todos los tipos y maneras...Pues sí, después de su lectura me encontré, casualmente, en la librería que frecuento, como quien no quiere la cosa y sin buscar una aguja en un pajar; voy y doy con este otro libro, que trata la problemática de la enseñanza, pero esta vez en España, cercado el valladar a nuestra tierra, a lo que tenemos más cerca, por supuesto, y lo que mejor conoce Orrico, catedrático de Lengua y Literatura conocedor de los adolescentes que tenemos por aquí, en el suelo patrio. Me ha sorprendido mucho mi hallazgo y, por supuesto, me he comprado el libro publicado por Huerga Fierro editores. Lo tengo aquí encima de la mesa y me encanta la portada. Quién no recuerda las fotos que nos hacían con un libro entre las manos en los primeros cursos de enseñanza primaria. Qué nostalgia esas viejas fotos.
Creo que nos llevaremos bien este libro y yo. Por lo que he ido viendo, Javier dice verdades como puños y algunas cosas yo sé que van a sentar como cuerno quemado a más de uno de esos mandamases que mueven el cotarro. ¿Quizás Psicopedagogos? ¿Teóricos en el País de las Maravillas? En cuanto se enteren del ambite, si no se han entarado ya, tendrán unas palabritas con quien sea para que no llegue la sangre al río. Nada de descubrir el pastel a la gente, hombre. Hay que ser discretos y dejar las cosas estar como están, que qué perre con la LOGSE dichosa; vaya ojeriza le han tomado algunos... Ay, qué sufrimiento van a tener que soportar.
No recomiendo a nadie todavía su lectura, porque primero debo hacerla yo. Ya sé que en estas horas de calor no es lo más recomendable, teniendo en cuenta que estoy de vacaciones escolares y por fin estamos lejos de los adolescentes con los que tenemos que lidiar durante el curso. ¿Soy masoquista o qué? ¿Entre todos los libros interesantes que hay por ahí me voy a decantar por esta temática de la enseñanza a tutiplén? Qué le voy a hacer: la cabra tira al monte; pues eso.
2 comentarios
Meritxell -
La verdad es que cuesta leerlo en verano, cuando las horas pasan volando, no como aquellas de las sesiones de clase, que algunas veces resultaban eternas( sobre todo las horas de guardia con adolescentes inapetentes, que no tenían actividades que hacer, ni nada que leer, ni siquiera querían usar internet puestos a proponerles cosas; eso sí que nos daba bajón a los que realizábamos las guardias. Mejor no recordar esos momentos. Pero sí me gusta el estilo de Orrico, cómo cuenta las cosas que estamos hartos de ver a diario, en nuestra práctica docente. Me gusta ver que siempre hay alguien clarividente que pone por escrito muchas cosas de las que pensamos casi todos los días cuando estamos trabajando)
Un abrazo, y sigue descansando que te lo mereces.
elbucaro -