Este Septiembre caluroso me mata.
En casa, acobardada por el imposible calor de la calle, con tanto por hacer y sin ganas de nada con esta desgana reacia y dueña de mis horas no vengo por aquí dando saltos de alegría. Eso me creía yo. Venir descansada de las vacaciones y ya con el fresquito de septiembre...Nada de eso. Calor y más calor insoportable. ¿Así empezaremos el nuevo curso escolar?Uf, qué satisfacción más grande.
Basta ya de quejarme. Que también se concibe esto como paño de lágrimas...pero no quiero pasarme a ser una plañidera en toda regla. Bueno, pues qué deciros: Mucha tumbona al sol (bajo la sombrilla, que no quiero suicidarme), agua y baño refrescante, piernas muy descansadas con los paseos y las olitas, la arena; castillitos no hice, pero vi a mis hijas hacerlos, qué delicia. Vida tranquila, lectura, por supuesto, amena y que me hacía más llevadera tantas horas en el exterior. Así que bien aprovechados los días.
También es verdad que al volver me dispuse a ver lo que se cocía por la blogosfera, al menos por los blogs que suelo leer y vaya chasco: apenas sin actualizar, con poco condumio, dicho en plata. Vamos que hay más de uno apático por aquí. No sé a dónde vamos a llegar con la "perritis" si esto es contagioso. Que lo debe ser, porque otra cosa...
Ahora ando más interesada en mi adorado David Lodge y su "Terapia" que en escribir nada. Y son 445 páginas que devoraré resguardada del calor y disfrutando de sus genialidades. Menos mal que el humor inglés siempre nos saca a flote en las peores circunstancias ¿no es cierto? Cuestión de enfoque, que decía alguien.
4 comentarios
El lector a la sombra -
Meritxell -
Bueno, nada de amargura que venimos muy relajadas, en algunos momentos demasiado relajadas, sin muchas ganas de empezar con la rutina, pero se nos pasará. No queda otra.
Un abrazo para cada uno.
Gatito viejo -
elbucaro -