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meritxell

Necesidades básicas o visitas virtuales.

He colocado un icono en mi escritorio con el título de "necesidades básicas". Vaya título rutilante para almacenar páginas web de gente de la blogosfera que tendrán su nombre y  apellidos, como Enrique Jardiel Gallud, en Humoradas; Julio, en El blog del náufrago, pero que por lo general conozco únicamente por su alias a modo de los guerrilleros del maquis andariego  y escondido por la sierra con nombre falso, aleatorio y un tanto estrafalario como "Chaquetalarga" o  "Veneno", por citar algunos de los que se escondían con nombres y apellidos bajo esas identidades en los años cuarenta.

 Así no dejo de visitar cada vez que puedo a "Gatito Viejo", en sus Paseos literarios; "El búcaro de barro", en Elbucaro; "Zebedeo", en Cajón desastre; y tantos alias que desfilan con la mayor normalidad del mundo por la pantalla del pc como si tuviera alguna importancia llamarse Rosa, Juan o Alfredo (¿no me digas que he acertado en vuestros nombres de pila? Anda ya...)

Para mí "Meritxell "es un alias perfecto porque juega al despiste. En mi blog Meritxellgris me ubicaban por Andorra. Sí, perfectamente podía ser de allí por haberme apropiado un nombre típico de allí, en honor de la Virgen de Meritxell. Nada de eso, bien lejos me cae a mí Andorra. ¿Y por qué lo elegí entonces?  Ah, porque se terció así la cosa. Me gustó y a ...la saca. Ya tenía alias para ponerme morada a opinar con mis comentarios en cada uno de los blogs que visitaba (siempre respetuosamente, aclaro; con la timidez del que llega a un lugar extraño y no ha sido presentado aún)

Claro que después de ver que era fácil escribir cuatro cosas para uno mismo en un blog, si no entraba nadie pues no pasaba nada, porque nada se pretendía con este invento, pues me dieron ganas de tener mi propio blog. Y vaya el título que le puse: "Meritxell está debajo de un almendro", por supuestísimo haciendo alarde de mi adoración por el abuelo del señor Gallud, don Enrique Jardiel Poncela. Total no han tenido que leer los alumnos esa obra de teatro... Vaya, a fe mía que sí, que  yo la recomendaba como una buenísima obra, divertida a más no poder( sí, claro que se reían los alumnos cuando la leíamos juntos) y c tanto va el cántaro a la fuente, que se me pegó el nombre y me vino a la mano cuanto intentaba ponerle un nombre al blog que estaba intentando crear en enero de 2005. ¿Así descubrió mi blog su nieto? ¿por el Google? Nunca se lo he preguntado.

Me siento mucho más cómoda leyendo los blogs tan buenísimos de los ya citados amigos virtuales y algunas veces me digo que para qué escribir nada en el mío.  Qué apatía me entra. Este de lo que se me ocurra de cotidianeidad (naderías), libros, música o lo que se nos vaya ocurriendo; el de Cochambre inaudita para los minirelatos que me vienen espontáneamente y sin que yo quiera a lo mejor tratar algunos de sus tema. Se me imponen como esas visiones de los que caen en trance. Más o menos.  Nada original.  Y me curo en salud llamándoles "Cochambre" porque en realidad es material de derribo de la imaginación que se da garbeos por la realidad cotidiana a su antojo, de manera sorprendente para mí.

Escribir no es una necesidad básica para mí en estos momentos, así que mi blog no figura para nada  en ese icono del escritorio que suelo visitar como el que va a por el periódico con ansias de saber, de estar informado o permanecer entretenido.

3 comentarios

Gatito viejo -

Gracias, gracias. Marramiau...
Me gusta eso de tener una amiga sin nombre ni apellidos que responda al alias de Meritxell. Sé que detrás hay una persona excepcional se llame como se llame, eso es lo que importa. Gracias por brindarme tu amistad. Un abrazo

Meritxell -

Bueno, bueno, qué te digo yo ahora...Gracias a ti por venir por "mi casa" con esta asiduidad. Ya ves que apenas hay tráfico por aquí y por eso estamos como en casa, sin hablar de cosas ajenas, sino contando lo que nos apetece contar, lo que contaríamos a un amigo sentados en cómodos sillones y lo más despreocupadamente posible; opinando de nuestras cosas con naturalidad, como las vemos o sentimos.

Cosas mínimas, eso es lo que te puedes encontrar por aquí. Tú verás, si te apetece leer cotidianeidades sin importancia y encontrar una amiga sin nombre ni apellidos que responde al alias de Meritxell, pues esta es tu casa; me encanta que me visites. En la blogosfera hay tantas opciones como bloggers y nadie obliga a nadie a leer lo que no quiera leer. Más libertad, imposible.

A los Gatitos Viejos siempre les llegarán mis felicitaciones por ser tan tiernos. Un abrazo.

Gatito viejo -

Gracias, Meritxell, por leer mi blog y tenerme como enlace. Te llames como te llames para mí es todo un placer poder visitar tus blogs. Son una buena muestra de la frescura que desprendes, de la espontaneidad, la gracia y el buen hacer de una lectora observadora y perspicaz, no solo con los libros, sino con la vida en general. Te imagino en una terraza sentada manteniendo una conversación con tus hijas y tu marido y observando al mismo tiempo el latir de los corazones que están a tu alrededor y es que eres capaz hasta de sentir la hierba crecer, así te veo yo, no sé si acerté...Bueno, que sepas que te leo y que tu blog es para mí de los que frecuento y no querría perder. Un abrazo