Sin tiempo.
Entre los madrugones, las tareas pendientes, el ir y venir y regar el perejil van pasando los días de la semana y no me entero de nada que no sea el avance continuo de las horas que pasan como minutos. En serio.
Ahora me he topado con esto http://www.abelmartin.com/LG/am-08.html y me ha dado tanta alegría leer ese último verso de Antonio Machado. Podríamos decir que mi espíritu se acaba de serenar por un rato. Me he demorado leyendo por ahí sus versos y ha surtido el mismo efecto que si hubiese bebido una valeriana. Me ha tranquilizado hasta el extremo de que me he sentado a leer como si no tuviera nada más que hacer, como si la cena (que tengo yo que ir a hacer a la cocina, por supuesto) se hubiera quedado suspendida en el tiempo y se tomara un respiro hasta nueva orden.
Repito:
1 comentario
Gatito viejo -
Una buena terapia, Machado puede con todo...
Un abrazo